viernes, 9 de julio de 2010

Hormiguitas cumplidoras... casi como las de verdad.

No sé lo que cada uno ve/siente/experimenta al enterarse de los resultados de las investigaciones en curso en los diversos campos de la práctica científica (mil y uno en cada mil y uno... y sumando). En general tanto la divulgación como la recepción de esa información minuciosa, cada vez más inestable, nebulosa y hasta inaprehensible se parecen cada vez más, a mis ojos y oídos, a los extremos de un ruido necesario en nuestra vida, ruido que escuchamos durante un rato, ante el que se experimenta algún grado de catarsis (Aristóteles dixit) y de la cual por fin y al momento suele no quedar sino... la idea de que "se han descubierto cada vez más cosas de detalle", o sea... un mensaje mítico que se podría resumir en algo así como "la Ciencia nos lleva hacia arriba" (sea esto lo que sea y que resumiría un ideal más amplio y absoluto que sin embargo y al menos por ahora parece alejarse cada vez más en los hechos -¡lo que se acerca... es la guerra! y ¡el caos!, mientras un montón de gente trabaja en el detalle como hormigas... ignorando de hecho o de derecho para qué se usarán realmente los resultados de su trabajo "bien hecho"-).

Yo prefiero resaltar este aspecto porque creo que nos da más datos de nosotros mismos y de nuestra sociedad, y por ende de nuestro posible futuro, que esos detalles y las generalidades que de ellos deduzca Ciascuno a Suo Modo. Al respecto, me atrae resaltar las siguientes frases (abreviadas) de un científico entrevistado con fines divulgativos (algo que, como se evidencia por estos comentarios, a mí en particular me viene de perillas, por todas las buenas conclusiones que me inspiran... lo que en cualquier caso es capaz de hacer cualquier clase de buena narrativa): "No tengo una hipótesis sobre el origen de la vida. Creo que la idea actual (...) es de aceptación general. Le sugiero que consulte a...". Frases que a mi criterio reflejan toda una idiosincrasia y definen nuestro mundo y nuestro tiempo, como no puede ser menos (¡y nada de supuestos valores absolutos o algo parecido!).

¿Qué me dice esto en lo fundamental, a mí al menos? Pues en primer lugar que los científicos de hoy han adoptado a rajatabla la recomendación witggensteiniana de callar lo que "no saben": ya no tienen ni siquiera interés en las hipótesis, por lo visto, y me pregunto cómo es que dicen saber lo que creen saber y no sabrán al día siguiente, es decir, lo que no callan... Pero para ellos nada de eso importa: serían hipótesis quizás... Ellos, por el contrario, están concentrados en el trabajo de hormiga o de detalle ("Nuestro trabajo está centrado en comprender la organización de la información en los genomas...", etc., añade nuestro científico) con una disciplina digna del soldado de hormiguero que respondiera a un imperativo cuyo centro de irradiación de órdenes y normas se desconoce y se omite; un deux que ya ni siquiera es invitado a entrar en escena ni ex machina.

Bueno... lo demás es cosa del público, que debe poner la fe y hasta las hipótesis o el credo... y que conforman aquello con lo que se queda.

¿O no?

Claro que, a la vista de tal ausencia notable de sentido y meta así como de ceguera ante la construcción social que realmente se realiza a base de esas conductas de los unos y los otros (productores, divulgadores y receptores de la información), es inevitable interrogarse acerca de lo que da lugar a toda esa dinámica... ¿Se trata de locura o alienación, se trata de confusión, de ceguera efectiva o de miedo? Es interesante señalar que tales hipótesis son alzadas por quienes proponen a todos... aunque sea en la intimidad, meros artículos de fe alternativos; fe que abracadabrantemente abriría las puertas de la "verdadera conciencia" y de la "verdadera conducta" -humanas, claro-, promisoriamente emancipadoras, come il faut.

Pero ¿qué tal sugerir que se trata tan sólo de una manera de aferrarse al mundo tal y como se nos presenta a medias construido, en marcha hacia ninguna parte, del que todos intentamos sacar algún partido, es decir, sobrevivir, con los medios y facultades disponibles por cada cual? ¿Qué tal si admitimos que la tan encumbrada práctica científica sólo y fundamentalmente sirve para mantener un medio del que muchos obtienen la justificación para ser alimentados? ¿Un rol bien visto y bien acogido... aunque comiencen a ser demasiados para cubrir los papeles principales y cada vez quede más sitio para extras proletarios? ¿Y... que a muchos provee, además de eslogans, de... entretenimiento del bueno, entretenimiento lleno de colorido y variedad?

En fin, dejo por escrito una vez más esta infructuosa provocación...

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